Capitulo Tres
Los días en la casa de mi Tio Alberto pasaban sin ningún problema, y por un par de semanas todos los sucesos raros que me pasaban se me fueron de mi cabeza, pero no iba a durar.
Mi Tio es de contextura grande, esta en sus casi 70 años pero se mantiene fuerte. Profundamente cristiano me miro y me dijo "Pitin ( como me dicen ) cuídate, he tenido sueños raros". Lo mire con curiosidad y me vino a la cabeza todas las cosas que vive y me lo tome enserio. Le dije que no se preocupara que me podía cuidar, acto seguido me dio una cachetada en la nuca y me respondió con un seco "ya lo se". Desde afuera parece raro, pero esa es su forma de demostrar cariño.
Cuando todas las cosas estuvieron guardadas en el auto, me fui hacia Boston.
La cosa que estaba pensando era la siguiente: Si existía un mundo dentro del mundo o una forma de llegar por el "Camino Recto" ( que no paraba de resonar en mi memoria de algún lado) tenia que entender un par de teorías.
Me enfile hacia Harvard porque sabia de un científico loco que me podría ayudar.
Trate de entrar legalmente pero cada vez que decia "Walter Bishop" me sacaban cagando.
Me fui pero no muy lejos, me quede dando vueltas por el lugar hasta que encontré unas pequeñas ventanas en un sótano donde vi al Doc Bishop haciendo algunos experimentos, por suerte pude darme cuenta que era el... mas que nada porque había un pibe cerca que le decía a cada rato "Walter", tenia una bata y estaba haciendo algo muy raro con un tipo en una bañera llena de hielo. Era un cadáver evidentemente, mas que nada porque estaba blanco, con un tiro entre los ojos. Pero lo raro era que estaba hablando
Definitivamente eran ellos.
Ahora se me estaba planteando un problema, ¿Como entrar sin que me cagaran disparando?, aunque eso no me preocupaba demasiado porque el tétrico espectáculo me tenia fascinado.
No podía estar mucho tiempo afuera porque me estaba congelando, así que me di media vuelta y trate de entrar por la ventana.... que daba al lugar donde estaba la vaca, había pasado cosas raras, pero esta le ganaba a todas.
Ya estaba adentro, la cuestión era como joraca me presentaba a las personas del otro lado. Me decidí por ser frontal... grave error.
Salí de donde me escondía y en el momento que fui visible, una rubia salio de vaya uno a saber donde y me inmovilizo contra el piso. Yo era mucho mas grande que ella, pero la mina se sabia mover muy bien.
Lo primero que salio de mi boca fue un torrente de puteadas en español que ellos no entienda ni pio. Cuando la rubia me levanto empece hablar en ingles y me presente como el Cinefilo y que nos les podía decir mi nombre pero necesitaba la ayuda de Walter.
- ¿Porque lo necesitas? - me pregunto la rubia
- Porque quiero saber si algunas cosas que estuve viendo son incluso posibles- respondí
- ¿Cuales cosas? - pregunto el Dr. Bishop
- ¿Pueden existir dimensiones alternas? - pregunte
Las miradas que se cruzaron fueron muy raras para mi, pero la siguiente pregunta me dio un poco de esperanza:
- Y tu... ¿que sabes de eso? - dijo el muchacho joven
Entonces me puse a explicar todo lo que habia pasado, pense que iban a tomar con un poco de recelo todas las cosas que habia vivido pero ni siquiera se habian sorprendido.
- Entonces... ¿piensas que estos seres estan encerrados en otra dimension? - pregunto el muchacho con un tono serio.
- Creo que si - dije - Me parece que existen un grupo de personas que son los guardianes y los encierran en algún lado.
- ¿Y quienes son? - pregunto el Doctor Bishop
- Escritores de literatura fantástica - dije, algo avergonzando.
Es difícil explicar la reacción del grupo, la rubia me mira ceñuda, el muchacho mas joven me miro con un pequeño dejo de comicidad y el Doctor Bishop me miraba como si entendería, eso fue lo que mas preocupo. ¿Que tan loco estaba este hombre?
- Mira - me dice el Doctor - Nuestra entera dimesion vibra a una determinada frecuencia, eso permite convivir a las dos dimensiones en un mismo punto.
- ¿Dos? - pregunte extrañado.
- Es por citar un ejemplo - dijo apresuradamente la rubia - ¿Verdad Walter?
- ¿Eh? - dijo el Doctor, medio perdido - Si claro, claro - mientras hablaba se saco un regaliz del bolsillo y lo empezó a masticar.
Mientras tanto, la rubia y el muchacho joven empezaba hablar y solo llegaba a escuchar palabras "No creo que sea peligroso" y "No tengo ninguna duda de que es uno de los bueno".
El Doctor cuando termino de masticar la golosina, me miro fijo y me dijo - Si estas buscando una forma de entrar en otras dimensiones, busca los puntos débiles, las áreas mas delgadas entre las dimensiones, las áreas grises - me dijo.
Áreas grises pensé... me sonaba... ¡Los Puertos Grises!, El Camino Recto a las Tierra Imperecederas de Tolkien, me cerraba.
- Disculpen - dije - ¿Puedo irme?
Todo me miraron raro, la rubia me miro de arriba abajo y de repente sonrio.
- Claro que puedes irte - dijo - Tengo el presentimiento de que solo querías eso y de que eres una buena persona, ojala nuestros caminos se crucen de nuevo.
Sorprendido, me levante y le estreche la mano a todos, con promesas de regresar para aclarar todo lo que hoy dije.
Dos días después, arregle todo para mi viaje a Inglaterra, si no me equivocaba, los Puertos Grises debía estar en algún punto en Escocia, pasando los bosques de Gales, espero encontrarme ninguna sorpresa alli.
Mi viaje no tuvo ningún problema, mi credencial de periodista sumado a mi doble nacionalidad italiana, me hacia entrar en Europa sin ningún inconveniente.
Alquile un auto, era raro manejar por la izquierda debo admitirlo, y fui directamente hacia los Bosques de Gales para encontrar mi destino, los Puertos Grises y las áreas donde todos los seres de la literatura fantástica estaban encerrados.
Después de manejar por mas de 7 horas finalmente me encontraba a menos de un kilómetro del bosque. Me instale en un pequeño pueblo para dormir y recuperar fuerzas.
Al siguiente día me interne en el bosque, desarmado, mi primer gran error. Seguí caminando por mas de un kilómetro armado solamente con una linterna y mis conocimientos, pensando que todo lo fantástico en esa zona había muerto con Tolkien, mi segundo error, me confié. Continuo mi camino y entro en una sendera oscura, solamente mis pies me guían. El Bosque era grande y viejo, verde y mohoso, la atmósfera era asfixiantes, me sentía muy pesado alrededor, mis nervios estaba al rojo vivo, algo pequeño y peludo, todas las cosas se estaban moviendo al unisono, me sentía mareado, no podia pensar, hasta que vi algo.
Me estaba acercando a un claro y la mitad del piso estaba cubierto de huesos: animales, aves y algunos grandes que no quería pensar que fueran de hombres. Mis temores se confirman cuando veo un cartel antiquísimo que dice "Se recomienda no avanzar mas después de este punto", muchos pensarían que soy un insensato por seguir avanzando, pero este no fue un error.
El claro se hacia mas abierto, pero la hilera de Arboles me conducía por un sendero distinto, cuando casi estoy llegando a la parte mas abierta del claro, me detengo y me voy por los arboles. Me trepe por un arbol grande, llegue a la base y vi un espectáculo raro.
Docenas de pequeñas criaturas parecidas a los Trolls de las montañas, un metro y medio mas o menos y tres grandes, de tres metros de altura, esta protegiendo algo en el muro. Me quede quieto y analice la situación. Todas los minis trolls estaba desperdigados en un claro rodeados de Arboles y los tres Trolls grandes estaba protegiendo un muro de piedras con un símbolo que pensaba que eran elficos. No pude quedarme mas tiempo allí, los minis me empezaron a correr y tuve que salir disparado. Por suerte me dejaron de perseguir un par de metro después Me apoye en un tronco para recuperar el aliento.
Solo había una persona que podía ayudarme ha matar esas criaturas. Regrese al pueblo y a mi hotel. Marque el teléfono y llame.... hasta que contesto
- ¿Hola? -
- ¿Moncho?
- ¡¡¡¿Que haces chabon?!!!
- Tengo un problema - le conteste.
- ¿Aburrido o divertido? -
- Divertido, obvio- le dije - Necesito que pases por casa y traigas las hachas, tenemos mucho laburo que hacer.
- Genial - me dijo - En tres días estoy allá. - Se interrumpió - ¿Donde estas?
- En Inglaterra, te mando bien la dirección por mail - le digo.
- Genial, en tres días estoy allá. Nos vemos
- Nos vemos.
Uno pensaría que a una persona normal le costaría mas que tres días dejar la Argentina y volar a Inglaterra, pero para una figura internacional del baile como Moncho, que tiene jet privado, era una cosa de todos los días.
Me quede en el bar del Hotel donde una grupo de chicas me miraban fijo, me di cuenta de que estaba embarrado completamente, me miro, las miro y les sonrió Noto que una se sonrojea, me dije a mi mismo "Todavía puedo salvar la noche".
Tres días después Moncho apareció en la puerta del hotel. Alto, flaco y atlético Le sonrió, me sonríe y me señala afuera donde tenia un baúl con nuestras hachas.
- ¿Listo? - le pregunte
- Obvio chabon - me miro de arriba abajo y sonríe con satisfacción, la caza le encantaba a este muchacho.
Nos pusimos en marcha, esta vez en el auto de Moncho, un todo terreno, y llegamos enseguida al claro de los Trolls.
- Entonces son trolls, una docena de metro y medio y otro tres de unos tres metros - resumio Moncho
- Exacto -
- Muy bien
Nos pusimos nuestros guantes y levantamos las hachas. La de Moncho era pequeña, muy afilada, tiraba a distancia, el le puso un metal especial en el mango y en su guante tenia la misma aliacion, pero con polos magnéticos opuestos. Cuando Moncho activa su guante, el hacha volvía volando a su mano, inmediatamente. Hay un 0.001 % de que haya otro metal en el mundo del que Moncho tenia en la mano.
Yo utilizaba algo similar, solamente que lo utilizaba para mantener mi hacha en mis manos, que era mucho mas grande, un filo importante y yo golpeaba de cerca.
Nos acercamos hasta donde estaban los minis. Se nos quedaron mirando de improviso.
- Solo queremos hablar - grite, con poca esperanza - Quiero saber si los Legendarium pasaron por aqui.
Uno de los trols mas grande nos miro, miro a los minis y grito. Todos los pequeños trolls se vinieron gritando hacia nosotros.
- Ok - dijo Moncho - Plan B. Acto seguido lanzo el hacha y mato a tres de un golpe, activo el guante y el hacha volvió a sus manos.
Retrocedimos hacia los arboles, y saque los auriculares.
- Al ritmo de Highway to the hell, ¿te parece?
- Yo peleo mejor al ritmo de la salsa - dijo Moncho sonriendo -
Nos pusimos los auriculares y bajamos a pelear. Mis hachazos barrían tres o cuatro de una y Moncho había cambiado la polaridad del hacha y ahora podía volar mas lejos.
Uno de los trols me mordió la pierna, pero perdió la cabeza. Moncho se estaba acercando a los grandotes del fondo, parecía parecía que bailara mientras que peleaba. A mi en cambio, Angus Young me cantaba al oído y los minitrolls iban de camino al lugar donde les cantaban el lider de AC/DC.
Los minis pronto redujeron su numero y huyeron despavoridos por el bosque. La canción ya casi había terminado y nos quedaban tres trolls gigantes o de tamaño normal ( la verdad nunca los habia visto en realidad hasta ese momento ).
Corrí hacia el que estaba mas adelantando, cuando me acercaba casi me pega con sus puños y mi hacha se clavo en su garganta, me baño de una sangre verde y se me cayo encima.... dolió y mucho.
Mientras tanto Moncho habia desaparecido de la escena pero su hacha volaba por todos lados, los otros trolls estaban confundidos mientas iban perdiendo pedazos de piel y yo me salia arrastrando de debajo del troll desafortunadamente uno noto que estaba vivo y parecía decido a hacerme puré.
Para mi suerte mi hacha seguía magnetizada en mi mano y cuando levante los brazos instintivamente para protegerme el troll mismo se clavo mi hacha hasta su hueso y yo estaba pegado al hacha. Mientras era levantando por los aires e intentaba apagar el guante o sacar el hacha, Moncho salio de entre los arboles y estaba dispuesto a terminar con el troll que seguía haciéndole frente, con un ojo menos y desangrándose por ambos orificios de la nariz.
- ¡CUANDO QUIERAS AYÚDAME PAJA! - le grite mientras el troll seguía sacundiendome en el aire.
- JAJAJAJA ¿NERVIOSO? - replico Moncho
- Para nada - dije, porque en ese momento el hacha salio y , antes que yo cayera al piso, se la clave en la sien del monstruo. Cuando aterrice muy poco elegante, con el cual pensé que me había roto algo, note que Moncho tenia varias mordeduras en las piernas, una sangraba mucho y rengaba. "Con razón se subió a los Arboles" pensé.
El ultimo troll que quedaba parecía tener miedo del hacha que esgrimía Moncho, arrincono al monstruo contra la pared y antes de que pudiera levantar el brazo una ultima vez, una luz blanca pareció salir de la piedra cubrió todo con su resplandor y ya no recuerde nada mas.
Cuando me desperté ya no quedaba ningún rastro de troll, grande o pequeño, pero mis heridas estaban curadas y cuando fui a ver a Moncho el estaba igual que nuevo.
- Levantante boludo - le decía mientras lo cacheteaba para despertarlo.
- ¿Um?-¿Em?- gimoteaba mi amigo
- ¡Dale paja! - grite
- Ya estoy, ya estoy - dijo y se levanto mientras se acariciba la cara extrañado. - Yo estaba cortado - dijo
- Si, y yo creo que tenia varias costillas rotas, pero no me duele nada - le respondí
- ¿Apagaste los guante? - me pregunto de repente Moncho
- No - me mire y me di cuenta de que los guantes seguían prendidos, pero mi hacha seguía al lado del troll muerto
- Yo lo tengo prendido también - dijo Moncho casi adivinando mis pensamientos - Y mi hacha no vuelve- estiraba la mano inútilmente para ver si su arma regresaba.
- Fuera lo que fuese esa luz, desmagnetizo las hachas - razone - Pero se necesita mucho calor para poder desmagnetizar estas aleaciones.. ¡Por no decir que estamos curados! - me había ido en mis pensamientos.
- EH.... ¿Profesor Cerebro? - dijo suavemente Moncho
- ¿Que? - pregunte bruscamente
- Creo que debemos preocuparnos por otro cosa
Cuando me di vuelta vi la cara de preocupación de Moncho y cuando seguí su mirada descubrí que alguien o algo había escrito en la pared de la roca con fuego "TODAVÍA NO" y gran parte de la roca había desaparecido.
¿En que mierda me había metido?
No podía estar mucho tiempo afuera porque me estaba congelando, así que me di media vuelta y trate de entrar por la ventana.... que daba al lugar donde estaba la vaca, había pasado cosas raras, pero esta le ganaba a todas.
Ya estaba adentro, la cuestión era como joraca me presentaba a las personas del otro lado. Me decidí por ser frontal... grave error.
Salí de donde me escondía y en el momento que fui visible, una rubia salio de vaya uno a saber donde y me inmovilizo contra el piso. Yo era mucho mas grande que ella, pero la mina se sabia mover muy bien.
Lo primero que salio de mi boca fue un torrente de puteadas en español que ellos no entienda ni pio. Cuando la rubia me levanto empece hablar en ingles y me presente como el Cinefilo y que nos les podía decir mi nombre pero necesitaba la ayuda de Walter.
- ¿Porque lo necesitas? - me pregunto la rubia
- Porque quiero saber si algunas cosas que estuve viendo son incluso posibles- respondí
- ¿Cuales cosas? - pregunto el Dr. Bishop
- ¿Pueden existir dimensiones alternas? - pregunte
Las miradas que se cruzaron fueron muy raras para mi, pero la siguiente pregunta me dio un poco de esperanza:
- Y tu... ¿que sabes de eso? - dijo el muchacho joven
Entonces me puse a explicar todo lo que habia pasado, pense que iban a tomar con un poco de recelo todas las cosas que habia vivido pero ni siquiera se habian sorprendido.
- Entonces... ¿piensas que estos seres estan encerrados en otra dimension? - pregunto el muchacho con un tono serio.
- Creo que si - dije - Me parece que existen un grupo de personas que son los guardianes y los encierran en algún lado.
- ¿Y quienes son? - pregunto el Doctor Bishop
- Escritores de literatura fantástica - dije, algo avergonzando.
Es difícil explicar la reacción del grupo, la rubia me mira ceñuda, el muchacho mas joven me miro con un pequeño dejo de comicidad y el Doctor Bishop me miraba como si entendería, eso fue lo que mas preocupo. ¿Que tan loco estaba este hombre?
- Mira - me dice el Doctor - Nuestra entera dimesion vibra a una determinada frecuencia, eso permite convivir a las dos dimensiones en un mismo punto.
- ¿Dos? - pregunte extrañado.
- Es por citar un ejemplo - dijo apresuradamente la rubia - ¿Verdad Walter?
- ¿Eh? - dijo el Doctor, medio perdido - Si claro, claro - mientras hablaba se saco un regaliz del bolsillo y lo empezó a masticar.
Mientras tanto, la rubia y el muchacho joven empezaba hablar y solo llegaba a escuchar palabras "No creo que sea peligroso" y "No tengo ninguna duda de que es uno de los bueno".
El Doctor cuando termino de masticar la golosina, me miro fijo y me dijo - Si estas buscando una forma de entrar en otras dimensiones, busca los puntos débiles, las áreas mas delgadas entre las dimensiones, las áreas grises - me dijo.
Áreas grises pensé... me sonaba... ¡Los Puertos Grises!, El Camino Recto a las Tierra Imperecederas de Tolkien, me cerraba.
- Disculpen - dije - ¿Puedo irme?
Todo me miraron raro, la rubia me miro de arriba abajo y de repente sonrio.
- Claro que puedes irte - dijo - Tengo el presentimiento de que solo querías eso y de que eres una buena persona, ojala nuestros caminos se crucen de nuevo.
Sorprendido, me levante y le estreche la mano a todos, con promesas de regresar para aclarar todo lo que hoy dije.
Dos días después, arregle todo para mi viaje a Inglaterra, si no me equivocaba, los Puertos Grises debía estar en algún punto en Escocia, pasando los bosques de Gales, espero encontrarme ninguna sorpresa alli.
Mi viaje no tuvo ningún problema, mi credencial de periodista sumado a mi doble nacionalidad italiana, me hacia entrar en Europa sin ningún inconveniente.
Alquile un auto, era raro manejar por la izquierda debo admitirlo, y fui directamente hacia los Bosques de Gales para encontrar mi destino, los Puertos Grises y las áreas donde todos los seres de la literatura fantástica estaban encerrados.
Después de manejar por mas de 7 horas finalmente me encontraba a menos de un kilómetro del bosque. Me instale en un pequeño pueblo para dormir y recuperar fuerzas.
Al siguiente día me interne en el bosque, desarmado, mi primer gran error. Seguí caminando por mas de un kilómetro armado solamente con una linterna y mis conocimientos, pensando que todo lo fantástico en esa zona había muerto con Tolkien, mi segundo error, me confié. Continuo mi camino y entro en una sendera oscura, solamente mis pies me guían. El Bosque era grande y viejo, verde y mohoso, la atmósfera era asfixiantes, me sentía muy pesado alrededor, mis nervios estaba al rojo vivo, algo pequeño y peludo, todas las cosas se estaban moviendo al unisono, me sentía mareado, no podia pensar, hasta que vi algo.
Me estaba acercando a un claro y la mitad del piso estaba cubierto de huesos: animales, aves y algunos grandes que no quería pensar que fueran de hombres. Mis temores se confirman cuando veo un cartel antiquísimo que dice "Se recomienda no avanzar mas después de este punto", muchos pensarían que soy un insensato por seguir avanzando, pero este no fue un error.
El claro se hacia mas abierto, pero la hilera de Arboles me conducía por un sendero distinto, cuando casi estoy llegando a la parte mas abierta del claro, me detengo y me voy por los arboles. Me trepe por un arbol grande, llegue a la base y vi un espectáculo raro.
Docenas de pequeñas criaturas parecidas a los Trolls de las montañas, un metro y medio mas o menos y tres grandes, de tres metros de altura, esta protegiendo algo en el muro. Me quede quieto y analice la situación. Todas los minis trolls estaba desperdigados en un claro rodeados de Arboles y los tres Trolls grandes estaba protegiendo un muro de piedras con un símbolo que pensaba que eran elficos. No pude quedarme mas tiempo allí, los minis me empezaron a correr y tuve que salir disparado. Por suerte me dejaron de perseguir un par de metro después Me apoye en un tronco para recuperar el aliento.
Solo había una persona que podía ayudarme ha matar esas criaturas. Regrese al pueblo y a mi hotel. Marque el teléfono y llame.... hasta que contesto
- ¿Hola? -
- ¿Moncho?
- ¡¡¡¿Que haces chabon?!!!
- Tengo un problema - le conteste.
- ¿Aburrido o divertido? -
- Divertido, obvio- le dije - Necesito que pases por casa y traigas las hachas, tenemos mucho laburo que hacer.
- Genial - me dijo - En tres días estoy allá. - Se interrumpió - ¿Donde estas?
- En Inglaterra, te mando bien la dirección por mail - le digo.
- Genial, en tres días estoy allá. Nos vemos
- Nos vemos.
Uno pensaría que a una persona normal le costaría mas que tres días dejar la Argentina y volar a Inglaterra, pero para una figura internacional del baile como Moncho, que tiene jet privado, era una cosa de todos los días.
Me quede en el bar del Hotel donde una grupo de chicas me miraban fijo, me di cuenta de que estaba embarrado completamente, me miro, las miro y les sonrió Noto que una se sonrojea, me dije a mi mismo "Todavía puedo salvar la noche".
Tres días después Moncho apareció en la puerta del hotel. Alto, flaco y atlético Le sonrió, me sonríe y me señala afuera donde tenia un baúl con nuestras hachas.
- ¿Listo? - le pregunte
- Obvio chabon - me miro de arriba abajo y sonríe con satisfacción, la caza le encantaba a este muchacho.
Nos pusimos en marcha, esta vez en el auto de Moncho, un todo terreno, y llegamos enseguida al claro de los Trolls.
- Entonces son trolls, una docena de metro y medio y otro tres de unos tres metros - resumio Moncho
- Exacto -
- Muy bien
Nos pusimos nuestros guantes y levantamos las hachas. La de Moncho era pequeña, muy afilada, tiraba a distancia, el le puso un metal especial en el mango y en su guante tenia la misma aliacion, pero con polos magnéticos opuestos. Cuando Moncho activa su guante, el hacha volvía volando a su mano, inmediatamente. Hay un 0.001 % de que haya otro metal en el mundo del que Moncho tenia en la mano.
Yo utilizaba algo similar, solamente que lo utilizaba para mantener mi hacha en mis manos, que era mucho mas grande, un filo importante y yo golpeaba de cerca.
Nos acercamos hasta donde estaban los minis. Se nos quedaron mirando de improviso.
- Solo queremos hablar - grite, con poca esperanza - Quiero saber si los Legendarium pasaron por aqui.
Uno de los trols mas grande nos miro, miro a los minis y grito. Todos los pequeños trolls se vinieron gritando hacia nosotros.
- Ok - dijo Moncho - Plan B. Acto seguido lanzo el hacha y mato a tres de un golpe, activo el guante y el hacha volvió a sus manos.
Retrocedimos hacia los arboles, y saque los auriculares.
- Al ritmo de Highway to the hell, ¿te parece?
- Yo peleo mejor al ritmo de la salsa - dijo Moncho sonriendo -
Nos pusimos los auriculares y bajamos a pelear. Mis hachazos barrían tres o cuatro de una y Moncho había cambiado la polaridad del hacha y ahora podía volar mas lejos.
Uno de los trols me mordió la pierna, pero perdió la cabeza. Moncho se estaba acercando a los grandotes del fondo, parecía parecía que bailara mientras que peleaba. A mi en cambio, Angus Young me cantaba al oído y los minitrolls iban de camino al lugar donde les cantaban el lider de AC/DC.
Los minis pronto redujeron su numero y huyeron despavoridos por el bosque. La canción ya casi había terminado y nos quedaban tres trolls gigantes o de tamaño normal ( la verdad nunca los habia visto en realidad hasta ese momento ).
Corrí hacia el que estaba mas adelantando, cuando me acercaba casi me pega con sus puños y mi hacha se clavo en su garganta, me baño de una sangre verde y se me cayo encima.... dolió y mucho.
Mientras tanto Moncho habia desaparecido de la escena pero su hacha volaba por todos lados, los otros trolls estaban confundidos mientas iban perdiendo pedazos de piel y yo me salia arrastrando de debajo del troll desafortunadamente uno noto que estaba vivo y parecía decido a hacerme puré.
Para mi suerte mi hacha seguía magnetizada en mi mano y cuando levante los brazos instintivamente para protegerme el troll mismo se clavo mi hacha hasta su hueso y yo estaba pegado al hacha. Mientras era levantando por los aires e intentaba apagar el guante o sacar el hacha, Moncho salio de entre los arboles y estaba dispuesto a terminar con el troll que seguía haciéndole frente, con un ojo menos y desangrándose por ambos orificios de la nariz.
- ¡CUANDO QUIERAS AYÚDAME PAJA! - le grite mientras el troll seguía sacundiendome en el aire.
- JAJAJAJA ¿NERVIOSO? - replico Moncho
- Para nada - dije, porque en ese momento el hacha salio y , antes que yo cayera al piso, se la clave en la sien del monstruo. Cuando aterrice muy poco elegante, con el cual pensé que me había roto algo, note que Moncho tenia varias mordeduras en las piernas, una sangraba mucho y rengaba. "Con razón se subió a los Arboles" pensé.
El ultimo troll que quedaba parecía tener miedo del hacha que esgrimía Moncho, arrincono al monstruo contra la pared y antes de que pudiera levantar el brazo una ultima vez, una luz blanca pareció salir de la piedra cubrió todo con su resplandor y ya no recuerde nada mas.
Cuando me desperté ya no quedaba ningún rastro de troll, grande o pequeño, pero mis heridas estaban curadas y cuando fui a ver a Moncho el estaba igual que nuevo.
- Levantante boludo - le decía mientras lo cacheteaba para despertarlo.
- ¿Um?-¿Em?- gimoteaba mi amigo
- ¡Dale paja! - grite
- Ya estoy, ya estoy - dijo y se levanto mientras se acariciba la cara extrañado. - Yo estaba cortado - dijo
- Si, y yo creo que tenia varias costillas rotas, pero no me duele nada - le respondí
- ¿Apagaste los guante? - me pregunto de repente Moncho
- No - me mire y me di cuenta de que los guantes seguían prendidos, pero mi hacha seguía al lado del troll muerto
- Yo lo tengo prendido también - dijo Moncho casi adivinando mis pensamientos - Y mi hacha no vuelve- estiraba la mano inútilmente para ver si su arma regresaba.
- Fuera lo que fuese esa luz, desmagnetizo las hachas - razone - Pero se necesita mucho calor para poder desmagnetizar estas aleaciones.. ¡Por no decir que estamos curados! - me había ido en mis pensamientos.
- EH.... ¿Profesor Cerebro? - dijo suavemente Moncho
- ¿Que? - pregunte bruscamente
- Creo que debemos preocuparnos por otro cosa
Cuando me di vuelta vi la cara de preocupación de Moncho y cuando seguí su mirada descubrí que alguien o algo había escrito en la pared de la roca con fuego "TODAVÍA NO" y gran parte de la roca había desaparecido.
¿En que mierda me había metido?
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