jueves, 4 de agosto de 2011

EL PRINCIPIO DEL FIN

Ya casi se acaba , espero que les gusta
Lean el capitulo 18 acá , y disfruten el 19

CAPITULO 19: EL PRINCIPIO DEL FIN


EL PRINCIPIO DEL FIN
Los perros llegaron ladrando a todo volumen, Diego estaba apoyado sobre su espada algo agitado, Marcos transforma la espada a arma de nuevo y los dos cubiertos de las entrañas de Julián. Gracias a que Marcos ato a los perros a un hechizo, podían hablar como si estuviera en el plano astral y no lo dudaron en un segundo.
- ¿De dónde salió tanta sangre? – pregunto Coca
- ¿Y Julián? – añadió Moncho
- La lanza lo hizo estallar – respondió Diego
- Esto es lo que queda – añadió Marcos , señalándose la ropa cubierta de sangre
- Ayelen… - comenzó Moncho
- Era un demonio – interrumpió el Ángel
Los perros no dijeron nada más, ante la mirada gélida de los dos guerreros ya que si Diego y Marcos habían matado al demonio que se había hecho pasar por Ayelen, ahora surgía la pregunta ¿Dónde está la verdadera?
- Te digo que tenemos que ir al lugar por donde salimos del infierno , seguramente está ahí – dijo Diego
- Ya se Diega, tranquilo – respondió Marcos – Solamente me preocupa otro hecho.
- ¿Cuál?
- Estoy rubio – dijo muy preocupado Marcos
Diego también lo miro muy atento, y se dio cuenta que el color castaño del caballo de Marcos estaba desapareciendo de a poco y la mayoría ya estaba rubio, es más la piel estaba lisa y tersa y Diego estaba seguro que cuando la infección llegara a los ojos, Marcos tendría los ojos azules.
- Tienes razón – dijo Diego
- ¿Me miras con los Ojos? - pregunto Marcos dudoso, imaginando la respuesta.
- Creo que ya sabes la respuesta a tu duda – respondió Diego adelantándose a su amigo
- Si ya se, se ve que esto me está afectando más de lo que parece.
- No te preocupes, yo voy a revertirlo – prometió Diego.

Acto seguido puso su mano sobre el hombro del Ángel, con ambos perros apoyados en las piernas de Diego, y desaparecieron en un segundo y al otro estaban en la planicie montañosa donde se habían abierto las puertas del infierno para que los chicos pudieran salir. Diego activo los Ojos y a penas deslumbro la aurora de Marcos que estaba mezclada de dorado y rojo con pintas negras por todos lados sus sospechas se hicieron realidad, y a pesar de su promesa, Diego no tenía la menor idea de como revertir esa posición. Los perros recorrían el área olfateando por todos lados, Marcos se elevó en el aire y Diego, con la ayuda de los Ojos, miraba por todos lados a ver si encontraba algo.
- ¿Si probas en el cielo? – pregunto Diego
- Ya pregunte , no está – respondió Marcos de inmediato , obviamente estaba preocupado , pero no solamente por Ayelen
El grupo siguió viendo por toda el área pero no encontraron rastros de la Ángel, así que decidieron rastrear los caminos hasta el campamento y el lugar donde cayeron después que Azrael los había atacado. Continuaron buscando hasta que se hizo de noche y Moncho se percató que algo olía mal en el ambiente y se lo dije telepáticamente a Marcos, ya que ambos compartían un vínculo muy fuerte, y el perro se percató de que algo malo estaba pasando al Ángel , porque lo estaba desconociendo.
Cuando oscureció decidieron acampar, para descansar un poco y Diego fue a cazar algo para comer, ya que se había llevado el arco de Julián cuando abandonaron el Vaticano.
- Fue fácil – dijo el muchacho cuando regreso con una dos conejos – Olía a sangre el arco.
Diego esperaba aunque sea un remate poco audaz, pero Marcos no decía nada.
- Ok – dijo Diego sentándose al lado de su amigo - ¿Queres hablarlo?
- No.
- Dale boludo
- No
- Te cago a trompadas.
- Jajá , como si pudieras
- Claro viniendo de alguien mitad Ángel , un cuarto humano y un cuarto demonio
- No creo que llegue al cuarto el lado demonio… - dijo Marcos interrumpiéndose ante su desliz. – Sos un puto – agrego con amargura
- Demasiadas horas hablando de psicología Marquitos – dijo Diego con una sonrisa de satisfacción – Ahora, ¿fue el flechazo?
- Si me parece que sí, la esencia de ese hijo de puta que me disparo esta en todo mi ser.
- Yo también lo note que estas cambiando Marcos – agrego Moncho desde el lugar donde estaba echado. Coca al lado suyo seguía durmiendo. – Esto esta mal
- Si ya sé, pero tenemos que matar al diablo, encontrar a Laceb y tratar de restituir a la Tierra. – contesto Marcos
- ¿Y si te mata? – pregunto serio Moncho
- Que se le va hacer.
Diego observa la conversación entre el perro y su amo, se dio cuenta que los puntos rojos y negros del aura de Marcos remitían un poco, entonces se le ocurrió una idea.
- Che Marcos, ¿cómo comenzaste con la salsa?
- ¿Te tengo que contar toda la historia? – pregunto fastidiado el Ángel
- Dale, concédeme el gusto – dijo Diego con carita de perro degollado
- Está bien, no me jodas, bueno Aye me invito a una de sus clases, y para que te voy a mentir me encanto, sentí que tengo chispara para eso, una vuelta… - comenzó Marcos hablando, pero Diego ya no lo escuchaba miraba su aura que volvía hacer dorada paulatinamente, pero no sabía cómo podía aplicarlo para poder ganar tiempo.
El grupo se fue a dormir con la esperanza de que mañana pudieran encontrar a Ayelen, el tiempo se acaba y tenía que ir a Misiones, urgentemente, ya que como dijo Nadia, la única forma de matar a Satanás, es en la Garganta del Diablo.
A la mañana siguiente Marcos se levantó con un ojo azul y sin despertar a Diego, desplego las alas y hecho a volar para poder encontrar a Laceb, antes de que algo malo pasara ya que su conexión con Dios se hacía cada vez más débil minuto a minuto que pasaba y la otra conexión se hacía cada vez más fuerte, la idea lo excitaba, lo disgustaba y la anhelaba todo al mismo tiempo, tenía que terminar esto cuanto antes , porque sabía que Diego debería matarlo si no lograban revertirlo.
Marcos a medio camino donde los demonios habían matado a Diego, percibió un fuerte grito de ayuda telepático, cuando bajo encontró a Laceb, herida con un ala rota y casi desnuda por los golpes recibidos.
- Ya sabes lo que debes hacer, Mikael – dijo Laceb, percibiendo la presencia de Marcos.
- Pero… - comenzó Marcos
- Cállate y hazlo – dijo Laceb con poca paciencia.
Marcos se arrodillo ante el cuerpo de Ayelen, curvilíneo y con un aura calidad y arranco el resto de la ropa, mientras exponía el sexo de Laceb para él, pensaba “Esto que los Ángeles se curen con amor es una joya bárbara”. A pesar de su conexión débil, Marcos juraría que oyó un “de nada” del fondo de su cabeza.
Gracias a la colaboración de Marcos, Ayelen se pudo poner de nuevo de pie, ahora ella vestía con una larga bata purpura y sus alas todavía no estaban del todo curada, pero podía andar bien y caminar sin agitarse, permitió que Marcos la llevara hasta donde se encontraba Diego.
Sin embargo el campamento estaba vacío y no se veía al muchacho por ningún lado, cuando Marcos aterrizo una flecha salió de la nada y casi le da si no fuera porque Marcos se agacho.
- ¡¡¿¿Ahora que mierda te pasa??!!- grito Marcos
- Te fuiste sin avisar, pelotudito, tenía que estar seguro que eras vos, habría matado a cualquier cosa con ese , excepto a vos jaja- dijo Diego como si le hubiera pisado sin querer no más.
- Encontré a Aye , por si te interesa – agrego Marcos un tanto amargado , volvía sentirse mal pero uno de sus ojos volvía a estar marrón.
- ¡Aye! - exclamo Diego muy contento y salió abrazarla , pero Ayelen le dio un beso en la boca de uno y se un solo movimiento se quitó la bata
- Marcos no alcanzo para curarme , está muy mal – dijo Ayelen
- Claro, esto me explica mucho – dijo Diego, sin embargo la parte animal del cerebro de Diego estaba gritando “¡¡¿¿ A quién carajo le importa??!!”
- Los Ángeles se curan con amor, y esta es la forma más pura de amor – dijo Ayelen rápidamente, avanzando sobre el cuerpo de Diego.
- Si es necesario… - dijo Diego devolviendo el beso.
Aunque Marcos le gustara mucho el cuerpo de Ayelen desnuda, pero ante el hecho de ver a Diego desnudo prefería pasar de vuelta por el Infierno, así que se fue a jugar con los perros. Cuando finalmente la agitación se cayó, Ayelen estaba recuperada, sin embargo más alegre.
- ¿Para dónde vamos? – pregunto la Ángel
- Misiones – dijo Diego
Los tres y los perros se posicionaron alrededor del muchacho y se teletransportaron directo hacia las Cataras del Iguazú, ya que Diego nunca estuvo en la Garganta del Diablo.
Apenas aparecieron, unas luces rojas los bañaron y a estaban prácticamente ciegos.
- ¿Ustedes se pensaron que no sé lo que le dijo Hitler? – vocifero una voz sensual al aire – También se lo que le pasa a su amigo – agrego.
Una figura se materializo en el medio del pequeño grupo y patio el grupo y patio a los dos perros, Diego evito un ataque pero Marcos no pudo resistir la tentación y una mano se posó sobre su cabeza.
La luz que irradio sobre todos fue impresionante, cuando pudieron volver a ver, Marcos estaba parado, con las alas negras extendidas en su máxima longitud, los ojos celestes y el pelo entre marron y rubio
- Cagaron – dijo cuándo comenzó a disparar.
Diego pudo esquivar dos balas y protegerse de dos con la espada, pero una encontré el cráneo de Ayelen y se desplomo con la mitad de la cabeza desaparecida.
- Vos cagaste – corrigió Diego , la ira lo dominaba y salto directamente contra Marcos , clavándole la espada en el esternón , sin embargo no se inmuto ante la herida y le pego un puñetazo que lo hizo volar de nuevo
Mientras tanto una risa siniestra se oía a lo largo de la batalla y se escucho un disparo , Marcos volvía a empuñar sus letales armas, estaba vez fue Coca que recibió el disparo en el corazón , que salto para proteger a su amo.
Diego estaba loco de la furia , intente llegar a Marcos de todas las formas posibles pero sus embates no le hacían nada , se había convertido en un demonio… o la parte humana estaba bastante debilitada.
- Yo… pensé… que te gustaba bailar salsa – dijo Diego respirando como podía
- ¿Salsa? – pregunto extrañado Marcos , pestañando un segundo , alcanzo para que Diego le cortara la mano derecha
El grito de Marcos fue ensordecedor, pero le dio a Diego una idea clara, los buenos recuerdos podían traer a su amigo de nuevo, pero cuando se puso de nuevo en pie una espada que solía ser un arma, lo atravesó en el pecho.
Diego abrió los ojos en el hall central del Infierno, levanto la mirada y vio a Cancerberos, un tanto diferente, ya que la cabeza de chihahua domina la escena, y estaba recostado sobre la puerta.
- No pudiste con tu amigo, ¿no? – pregunto la cabeza
- ¿Se nota? – dijo Diego con amargura
- ¿Tenías idea de que los demonios se alimentan de odio y los Ángeles de amor? Cuando están expuestos a estas emociones vuelvan a la carga inmediatamente – comento al pasar la cabeza de Chihahua, pero con una sonrisa en los labios.
La expresión de Diego hablo por él, ya sabía que tenía que hacer y todos los cabos le cerraron de una.
- ¿Cómo vuelvo? – pregunto
- Usa la lanza
Diego desplego la lanza e inmediatamente estaba en las Cataras del Iguazu , listo para pelear , Marco se sorprendió al verlo , hacia cosa de un segundo que lo había matado , pero allí estaba de nuevo , esa figura oscura , que lo hacia confundirse , enojarse y alegrarse , quería saber que pasara pero tenía que matarlo de nuevo.
Sin embargo Diego estaba empuñando la Lanza de Longinuis, todos los disparos de Marcos fueron desviados. La risa de fondo se pareció cortar cuando Diego lanzo la Lanza hacia los pies de Marco , este con una sonrisa en los labios miro hacia arriba pero ya era demasiado tarde , el muchacho se venía corriendo de frente , Marcos no tuvo de tiempo cuando algo lo agarro muy fuerte alrededor del cuerpo y de repente todo se despejo para el Ángel ya sabía que estaba pasando.
El Diablo miraba todo desde lejos y no lo podía creer, había tocado a Mikael con todo su poder de odio pero ese simple muchacho, ese pendejo de mierda, lo había curado simplemente abrazándolo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

PERSPECTIVAS PROPUESTAS