La vida de Damián Aguirre era lo que se podría considerar normal, él tenía 22 años , novia, un buen trabajo y estaba yendo a la universidad. Todo cambio un día muy frio de julio.
Damián se levanto con picazón en los ojos, es decir más de lo normal y cuando fue a lavarse la cara por un momento pensó que sus ojos cambiaban de color.
-Aun estoy soñando- murmuro. Acto seguido se lavo la cara y se cepillo los dientes
Como su mamá todavía estaba durmiendo y ella no entraba hasta las diez de la mañana a trabajar se hiso un rápido desayuno y se fue a la facultad.
El viaje a la facultad fue normal, o fue porque Damián no le prestaba atención a nadie, si no los habría visto muy raro, y lo que tampoco noto fue que algunas de las personas que pasaban cerca de él lo miraban extrañados. Cuando llego a la facultad noto a las personas raras un segundo y cuando se daban vuelta estaban normales, cuando se le acerco una compañera lo vio extraordinariamente fea a pesar de que era una chica muy linda.
-Eh, Damián ¿Cómo estas?- le pregunto Andrea la chica fea-linda
-Bien….- dijo Damián no articulaba palabra
-¿Te sentís bien?
-Si…. Se me hace tarde… chau- dijo Damián antes de salir con un paso rápido para llegar a la clase.
Durante la clase no pasó nada raro pero no quiso ver a sus compañeros de frente y se fue al fondo aprovechando que había faltado su mejor amigo.
Cuando fue la hora de irse Damián se marcho sin mediar palabra con nadie y se fue corriendo para agarrar el colectivo que se le iba. Cuando ya esta viajando, en el tren, Damián estaba como de costumbre leyendo una novela de terror parado al lado de la puerta cuando un hombre, al parecer, se tropieza con él.
-Perdón - dice aquel extraño individuo
-No ahí problema- responde Damián
Cuando Damián se fija bien en aquel extraño hombre se da cuenta de algo terrible, ese hombre no era un hombre, era una extraña criatura. Su piel parecía cuero podrido, era verde y lleno de pequeñas cosas que se movían, su cabeza era simplemente repugnante, enorme y pulsante, la piel de la cabeza parecía agusanada, su nariz era afilada, los dientes eran como colmillos, los ojos dos cuencas vacías que parecían mirar directo al infierno. El extraño ser se le quedo mirando por unos segundos y parecio mostrar el mismo miedo que Damian,este se puso a gritar y el mostruo salio corriendo mientras que el muchacho seguia gritando sin sospechar si quiera que acaba de ver a su primer demonio.
Esaaaaaaaaa. La aventura dio comienzo vieja nomas!!
ResponderEliminar